6051·1·14

Han habido nuevas noticias con respecto al nieto del conde. Los guardias han encontrado en una granja al norte de Grifonburgo a la niñera, brutalmente asesinada. Partimos de inmediato a investigar la zona, encontrando los restos de una breve lucha, y una cuna vacía sin restos de violencia. Giordia rastrea la huida de los atacantes hacia el sur, cruzando el Río Azul. Atravesamos el páramo hasta el circulo de piedras marcado en el plano de Malica como Círculo de la Serpiente, donde llegamos al anochecer.

Ante nosotros vemos un grupo de salientes rocosos, destacando desde el pantano en ángulos increíbles, alcanzando sus alturas desde varios pies a cuatro veces la altura de un hombre. Según nos acercamos vemos una plataforma de piedra natural en el centro de las piedras. Esta losa mide alrededor de cincuenta pies y se eleva varios pies sobre el suelo del pantano; unos peldaños gastados llevan hasta él. Sobre esta piedra se levantan ocho pilares de granito grabados formando un semicírculo, hundidos de alguna forma en la plataforma de piedra. Los pilares están pulidos, claramente diferentes del resto de piedras de la zona.

Nos acercamos, y vemos que los pilares se lazan unos 20 pies, con runas talladas en su superficie y entre los pilares hay un pedestal. Tras los pilares ocho figuras aparecen, cubiertas de túnicas de un rojo oscuro, cantando en una extraña lengua. Cuando se descubren, reconocemos entre ellos a Malica, Reif Maglean (¡el hijo del conde y padre del niño desaparecido!), Gralto Mortegan, el carpintero y Pel Francis, el segundo al mando de la guardia de la ciudad. Depositan un paquete en el pedestal: ¡una cesta con el niño! Mientras corremos hacia el escenario del ritual, Malica se corta la palma de la mano, dejando caer unas gotas de sangre sobre el niño, que cuando tocan el pedestal estallan en llamas, con un fuerte olor a azufre.

Nuestro ataque irrumpe en el ritual al tiempo que aparece una enorme serpiente alrededor del pedestal. Malica continua el ritual, mientras Reif, Mortegan y Francis nos hacen frente. Un afortunado rayo de Willowvale golpea a Malica en la cabeza, matándola de forma instantánea, y el resto no suponen un gran obstáculo. ¡Hemos rescatado al niño con vida, aunque ha muerto su padre en la lucha!

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El ritual en su apogeo. (Fotografía de Estruda http://estruda.deviantart.com)

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